Avanza el desarrollo de lámparas ultravioletas para matar al coronavirus en superficies: así funcionan

Ya se usan en España. Se fabrican en Israel y Canadá. Hay hasta un proyecto local en Entre Ríos.



Hospitales y clínicas de España ya comenzaron a utilizar lámparas ultravioleta, en la carrera para tratar de “matar” al coronavirus ​Covid-19 de las superficies, donde se sabe que puede vivir hasta más de dos semanas.

Con estas lámparas se puede matar al virus y, sobre todo, esterilizar ambientes con gran velocidad, algo clave en tiempos donde el Covid-19 no da tiempo. "Son muy efectivas porque destruyen tanto el ADN como el ARN, donde está la programación genética de los virus y las bacterias. Una destrucción total en poco tiempo que permite el acceso casi inmediato a las estancias", explicó el doctor de la Clínica Universidad de Navarra, Francisco Guillén Grima, a el diario El Mundo.
Sucede que en España ya se están utilizando, y son fabricadas en Israel y Canadá.
En Israel, las fabrica la Industria Aeroespacial de Israel (IAI), que puso gran cantidad de sus recursos en este proyecto, y ya se está probando en en el hospital Shamir, en los alrededores de Tel Aviv.
En España, se usa en la Clínica Universidad de Navarra, y cuesta cerca de 160.000 euros. Se los compran a una fabricante canadiense, Sanuvox, y son equipos de poco más de un metro y medio. Se transportan fácilmente porque tienen ruedas.

Cómo funcionan las lámparas ultravioletas


Para entender la diferencia, una técnica tradicional de esterilización -como el peróxido de hidrógeno y las botellas de gas o vapor- demora entre 2 y 3 horas para completarse. Mientras que los equipos ultravioletas, llamados ASEPT-2x UV en España, permiten su entrada en poco más de 10 minutos después de la salida del último paciente.
El sistema consta de unas torres con tubos de luz ultravioletas que se prenden en la habitación a desinfectar y en pocos minutos ya queda todo listo. Desinfectado hasta el último rincón.
"Las recibimos hace justo ahora dos años. La primera vez que las utilizamos fue porque se había intervenido quirúrgicamente a un paciente infeccioso, pero el quirófano se necesitaba urgente para un trasplante cardiaco. En estos casos, te avisan cuando hay una posible donación y se debe actuar de inmediato. Metimos las dos torres y en 20 minutos el quirófano estaba operativo", agrega Guillén Grima en El Mundo.
Hay que tener cuidado, sin embargo, con un detalle: las zonas con sombra. Por eso, para “barrer” la totalidad de un ambiente, hay que ir prendiendo la luz en distintos lugares.
Se trata, a fin de cuentas, de una técnica conocida: se usa para utensillos de trabajo, para limpiar gérmenes entre paciente y paciente.

La versión local del proyecto: de Entre Ríos y portátil


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Las lámparas tienen una “versión local”: dos bioingenieros de Entre Ríos diseñaron un dispositivo de desinfección portátil y explicaron "que en 30 minutos elimina entre el 95 y 99% del coronavirus que permanece en las superficies". Se trata de un sistema con luz ultravioleta.
El equipo "se despliega en la habitación donde estuvo el paciente con Covid-19 y en 30 minutos elimina la carga viral sobre las superficies, donde puede vivir hasta tres horas", según contó la semana pasada Santiago Romero, uno de los dos bioingenieros entrerrianos, a la agencia de noticias Télam.
Aunque el dispositivo no necesita autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), el organismo dispuso de bioingenieros a través de un programa para "brindar soporte y aportar miradas a emprendedores", explicó.
Las lámparas tienen una “versión local”: dos bioingenieros de Entre Ríos diseñaron un dispositivo de desinfección portátil y explicaron "que en 30 minutos elimina entre el 95 y 99% del coronavirus que permanece en las superficies". Se trata de un sistema con luz ultravioleta.
El equipo "se despliega en la habitación donde estuvo el paciente con Covid-19 y en 30 minutos elimina la carga viral sobre las superficies, donde puede vivir hasta tres horas", según contó la semana pasada Santiago Romero, uno de los dos bioingenieros entrerrianos, a la agencia de noticias Télam.
Aunque el dispositivo no necesita autorización de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), el organismo dispuso de bioingenieros a través de un programa para "brindar soporte y aportar miradas a emprendedores", explicó.
También el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) aportó su ayuda para realizar "ensayos en diferentes laboratorios, que ya están iniciando".
El dispositivo es un "equipo de soporte" que presenta unos 10 tubos de rayos ultravioletas de 30 watts, que van en un sistema metálico con ruedas para que sea "más económico y fácil de producir", explicó.
“Vi la publicidad de un sistema parecido que se implementa en China y llegamos a la conclusión de que podíamos hacer una adaptación rápida para los estándares de la Argentina”, completó Romero, que trabaja con su colega Sebastián Flores.

En seis días desarrollaron el primer prototipo que ya está listo, y esperan financiamiento para iniciar la fabricación en serie "hasta que se acaben las lámparas UV disponibles".
El equipo trabaja durante 30 minutos "para que entre el 95 y 99% del virus que permanece en el ambiente muera, y consta de un sistema de seguridad que al detectar movimiento interrumpe la emisión de rayos UV", afirmó.
Si bien el objetivo es que funcione en "hospitales, por la cantidad de carga viral y que el personal de salud estén menos expuestos al virus" también "ante la crecida del virus se puede utilizar como servicio en casas, ambientes u oficinas".
Romero destacó que si bien el sistema "no reemplaza la desinfección habitual" que se realiza en hospitales, "desinfecta donde llega la luz, en lugares donde uno no alcanza por tiempo o por zonas dificultosas".

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