Carnaval: el origen y significado de la tradicional fiesta popular

El Carnaval que se celebra en este fin de semana en nuestro país, tiene un origen que data de una tradición de la antigua Grecia.

El carnaval es una fecha en la que las diferentes comparsas y murgas aprovechan lucen todo su esplendor en las los corsodromos y en las calles, siguiendo una antigua tradición que tiene su origen en Europa.

El punto de partida de esta celebración data en la antigua Grecia y tuvo su ordenamiento durante la época del imperio Romano. Una de las teorías describe que existía la creencia de que el Dios Saturno pasaba en invierno en la Tierra y luego era necesario brindarle ofrendas para que regrese al inframundo y caiga el calor del verano.

Esta festividad tenía la característica de tener bailes, grandes banquetes y juegos durante toda la noche, que llevaban a un momento de desenfreno y excesos.

En Grecia existía una celebración de carnaval similar en la cual se adoraba a Dionosio, el hijo irreverente de Zeus y dios del vino y a Momo. Siguiendo las características de estos astros era un momento para romper límites establecidos.

En el siglo IV, se impuso en aquellas regiones como religión oficial el catolicismo y tomó las festividades paganas y las colocó dentro de su creencia. Es debido a ello que se le otorgó al carnaval la fecha de una semana previa a la Cuaresma.

La etología de Carnaval hace referencia a “quitar la carne”, debido a que era el último periodo de tiempo en el que se podía comer ese alimento antes del comienzo de la Semana Santa.

Fue así que el Carnaval se celebraba de manera popular, con grandes cenas en los cuales se priorizaba el consumo de carne y dejarse llevar a los excesos que luego no podrían realizar en los 40 días de la cuaresma.

En el siglo XVII, uno de los Carnavales más conocidos era el de Venecia, debido al uso de máscaras, que servían para esconder las identidades de los “pecadores” y de grandes carrozas decoradas que recorrían toda la ciudad.

Hoy en día se celebra en diferentes partes del mundo y su significado paso a ser el de una celebración popular, que va más allá de la religión. Ejemplo de ello son los Carnavales de Gualeguaychú, en nuestro país y el de Rio de Janeiro.