Ruidos extraños, voces y sombras: la historia de la mansión embrujada donde vivió Chespirito

Desde que Chespirito murió en 2014, la casa donde pasó sus últimos años en México no se pudo vender. Dicen que la presencia del actor está adentro.

Chespirito fue uno de los artistas mexicanos más queridos de su país y de Latinoamérica. Es por eso que cuando su esposa Florinda Meza puso en venta la casa tras su muerte, todos pensaron que sería fácil de vender. Sin embargo, pasaron seis años y no hubo ni una oferta: los vecinos dicen que se escuchan ruidos, se mueven objetos y se ven sombras.

La mansión donde Chespirito pasó sus últimos años de vida queda en Colonia Insurgentes, en Ciudad de México. Es un barrio de casas de dos plantas estilo colonial, la mayoría de ellas construidas en las décadas de los ‘40 y ‘50.

El actor del Chavo del 8 vivía en un terreno esquinero de 700 metros cuadrados y otros 900 cubiertos con dos construcciones, donde estaba el edificio central y oficinas donde él trabajaba.

La mansión tiene tres grandes dormitorios, una biblioteca amplia, dos salas, un comedor y una gran cocina. El lujo: una cava subterránea y un jardín verde con fuentes, espacio para 10 autos y dos cuartos de servicio.

Sin embargo, toda la belleza del lugar queda opacada por las noches, cuando los vecinos escuchan ruidos extraños, puertas que se abren y se cierran con fuerza y voces. Además, dicen que a veces se ven sombras fantasmales muy parecidas a Chespirito.

Por esa razón, la esposa del reconocido actor tuvo que bajarla de precio. Originalmente valía 1.830.000 dólares, pero con el paso de los años pasó a 1.450.000 dólares. Ni siquiera pudieron vender los muebles, de estilo Art Decó.

Y no es la primera vez que algo paranormal sucede alrededor de Chespirito. Luego de su muerte en 2014, se realizó un funeral multitudinario en el estadio Azteca, donde lo fueron a despedir cientos de miles de fanáticos. Muchos aseguraron que en la transmisión de Televisa se vio una figura traslúcida muy parecida al actor.