Las crudas palabras de la hija del chaqueño que murió por el coronavirus

La mujer que perdió a su papá, aconsejó a todos los argentinos que cumplan con la cuarentena total con el fin de frenar el coronavirus.

El papá de la joven, César Cotichelli fue uno de quienes murió a causa del coronavirus. Era ingeniero y tenía 61 años, murió el viernes 13 de marzo en Chaco, y  así fue la segunda víctima de la enfermedad en Argentina. Tras lo vivido en Argentina, su hija mayor, Karina, escribió un mensaje a través de Facebook.

“Desde el momento en que un ser querido es positivo en Covid-19, se lo pone en cuarentena y no podrá verlo hasta su recuperación completa. De lo contrario, si su situación de salud empeora para llevarlo a la muerte, no se le permitirá verlo incluso cuando esté muerto, ni de darle un funeral, solo se le informará que está muerto y que el Estado pensará en la eliminación del cuerpo“, comenzó la mujer.

También agregó, a una semana de la muerte de su papá: “Trate de imaginar el último escenario y considere si vale la pena ignorar los deberes que le ordena el Gobierno de su país, el último escenario me pasó a mí por eso mi mejor consejo es que TE QUEDES en casa“.

El padre de Karina, volvió de Europa y como ya se hablaba masivamente del coronavirus, su papá decidió no ir al cumpleaños de ella.  Al llegar, el lunes 9 comenzó a sentirse mal, y lo internaron en el Sanatorio Femechaco. Al considerar que parte del diagnóstico podría ser coronavirus su familia no pudo ir a visitarlo. Fue su exesposa, Graciela le escribió: “Sacá fuerzas de donde no tengas, tus hijos te necesitan”

ue ese mismo día que lo sedaron y le colocaron un respirador. Él nunca se enteró que su dignóstico fue coronavirus. Fue el viernes que llamaron desde el propio sanatorio y le comunicaron a la familia que César había muerto.

“Una hora después me avisaron que por protocolo debía ser cremado”, recordó Graciela que mientras cumplía con el aislamiento, le comentaron que “Tenía que ser rápido y sin gente, no podía haber velatorio”.

Con el fin de no romper con la cuarentena, contrató una funeraria, pagó por Internet, lo cremaron en soledad absoluta. “Los cuatro amaban a su padre. Les quedó atravesado el aliento que querían darle, poder decirle ‘papá recuperate, que te necesitamos’. Tampoco pudieron decirle ‘descansá, andate en paz’”, lamentó Graciela.