Dark: los creadores responden las preguntas más importantes sobre la temporada final de la serie de Netflix

Baran bo Odar y Jantje Friese, director y guionista de la serie alemana del momento, revelan algunos secretos que los fanáticos aún quieren saber.

Dark se ganó sin dudas un merecido lugar en el selecto grupo de series exitosas de Netflix. La calidad del envió de suspenso y ciencia ficción, una compleja trama con eje en el amor y los viajes a través del tiempo y decenas de interrogantes la volvieron de culto.

La tercera y última temporada estrenada a fines de junio sigue generando un impacto increíble, y mucho tiene que ver cómo se cerraron algunas historias y, más aún, los misterios no resueltos.

Por esta razón, las redes sociales fueron el escenario ideal para lanzar todo tipo de conclusiones y especulaciones, incluso de una eventual chance de otra temporada.

Y llegó entonces la palabra de los creadores de la serie alemana furor: Baran bo Odar, el director; y Jantje Friese, como guionista, que hablaron con The Hollywood Reporter para aclarar algunos de los puntos que desvelan a los fanáticos.

El mundo paralelo

“Queríamos presentar el mundo paralelo en la segunda temporada. Ese era el plan inicial”, explica Friese.

Y continúa: “Pero cuando llegamos, la cambiamos nuevamente. Pensamos que era mejor modificar las piezas del rompecabezas. Sabíamos que queríamos seguir muchas direcciones, pero no necesariamente sabíamos en qué puntos de la narración nos referiríamos a ellas”.

Se sabe, en Dark no existe la clásica narrativa directa que va de una cosa a la otra, una de sus características distintivas justamente atadas a su temática. “Estamos yendo y viniendo. Ese fue el mayor problema estructural: ¿cuándo revelamos qué?”, agrega la guionista.

Y Baran bo Odar también se mete en el tema: “Fue realmente desafiante para nosotros establecer otro mundo en la tercera temporada. Al hablar de un mundo espejo, queríamos usar ese truco y reflejar las imágenes”, dice y difunde el portal Hipertextual.

“Podríamos hacerlo reconstruyendo todos los sets, pero nos dimos cuenta de que era una locura”, afirma en referencia a los enormes costos que les habría demandado.

Secretos para la filmación

Para volcar en la pantalla el mundo paralelo dieron la vuelta a las imágenes grabadas. ¿Cómo es esto? “Los actores tuvieron que actuar como si estuvieran en un mundo reflejado. Si son diestros, debían actuar con la mano izquierda”, sostienen para parecer, a la vista de los espectadores, verdaderamente diestros.

“Ese fue un desafío que realmente amé y a los actores les encantó”, confiesa Baran bo Odar. Y cuenta algo muy particular: muchas veces en la toma ofrecían una actuación excelente pero se equivocaban al no usar la mano correcta. “'¡Maldita sea!', lanzaban al aire. Fue muy divertido”, revela.

Otro desafío tuvo que ver con los vehículos, ya que tuvieron que “conseguir automóviles de Inglaterra para algunas tomas en las que el volante debía estar al otro lado”.

Los tres mundos y el final

Friese contó que la idea de los tres mundos se muestra en la segunda temporada. "Fue a través de la imagen del libro que está leyendo la joven Elisabeth, una postal con los tres mundos: ves a Adam soplando viento en un mundo, en el otro a Eva soplando viento en el otro mundo, y por último el mundo de origen, en el medio”, explica. Y hasta en los diálogos hay pistas que lo delatan.

Respecto al cierre de la historia, lo califican de un final triste pero feliz. “Aunque también puedes interpretarlo como una misión suicida, por supuesto”, suma como matiz uno.

“Siempre me gustó la idea de que hay dos personajes que son oponentes, que luchan entre sí todo el tiempo y que tienen que darse cuenta de que no son importantes", agrega el autor.

Y desarrolla el punto de vista: "Deben darse cuenta de que 'sí, sufrimos y tenemos dolor y deseos, pero los dos no somos tan importantes como para que existamos y que alguien más no pueda ser feliz'”.

El giro de Hannah

Sobre que el personaje de Hannah especule con el nombre de Jonas para su futuro hijo, Friese sentencia que resulta “a la vez esperanzador y siniestro”.

Y aclara: “Ponemos un punto, esperamos un poco, y luego ponemos un signo de interrogación al final”.

Para el director, la elección o qué pensar queda bajo la exclusiva responsabilidad del televidente de la serie de Netflix. “Tengo una respuesta, pero es muy personal. Esa es la belleza de contar historias”, ironiza.

El ojo tapado de Wöller

Nada en el pueblo de Winden es casualidad. Desde la primera temporada pudo verse al policía Torben Wöller llevar un parche en un ojo, pero nunca se explicó.

En la segunda temporada hay un intento de explicación sobre este accidente, pero se ve interrumpido.

Los autores son tajantes: que jamás explicarán cómo perdió su ojo. Friese aporta una visión como guionista, tan particular como "odiada" por los curiosos fans: “Hay algunas historias que viven cuando aún quedan preguntas abiertas”.