Le construyeron una pileta de chapa a su hijo sordo para que llegue a las olimpíadas

Sebastián Galleguillo desea llegar a las Sordolimpíadas de Brasil 2021. Tras 70 días sin entrenar por la cuarentena, sus padres se volvieron sus héroes.

La historia de Sebastián Román Galleguillo conmovió a todo un país. El joven de 18 años vive en Florencio Varela y es nadador hipoacúsico y paraolímpico. Sin embargo, tras la cuarentena social, preventiva y obligatoria se vio obligado a dejar de entrenar por el cierre de los gimnasios. Pero sus padres encontraron la manera de que su hijo continúe explotando su talento: le construyeron una pileta a su hijo en el jardín de su casa.

Marta Galleguillo y Edmundo César Hernández se volvieron héroes sin capa. Ambos aprovecharon el tiempo libre del aislamiento para construirle la piscina a su hijo, para que pueda seguir con el entrenamiento más allá de las circunstancias.

Con esfuerzo y compromiso lo lograron. Ellos hicieron una pileta con los materiales que tenían a su alcance. Entre ellos, utilizaron troncos, chapa, plástico, un viejo tanque de agua y dos tambores de metal. Para llenar la piscina, necesitaron 400 litros de agua.

Sebastián Galleguillo se convirtió en un excelente nadador en el Polideportivo Municipal La Patriada de Florencio Varela. Allí encontró su verdadera pasión, hasta que luego de varios años logró obtener un nivel de excelencia que lo colocó como candidato ideal para subirse al podio en las Sordolimpíadas de Brasil 2021.

“En el agua soy otra persona. Soy una persona completa sin depender de la audición”, dijo en diálogo con Infobae. A su vez, su padre aseguró luego de construirle la pileta: “Él es mi ídolo. Con todo lo que pasó, no arrugó nunca”.

La pileta de plástico y metal fue un boom en Instagram

Sebastián se mantiene muy activo en las redes sociales, donde comparte sus entrenamientos, logros y agradecimientos. En las últimas semanas, mostró allí la nueva pileta que lo permitirá seguir con su rutina y estar listo para la competencia internacional del año que viene.

Tanto él como su familia, son un claro ejemplo de esfuerzo, compromiso y voluntad.